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miércoles, 24 de agosto de 2011

COGUA - Apuntes de Historia

Cogua En lengua Muisca según el historiador Joaquín Acosta, traduce "Apoyo del cerro" y  de acuerdo a nuevos estudios y recientes interpretaciones,tenemos al analizar  separadamente los vocablos de Co y  gua: 
CO :  Cerros ondulados, puesto que co traduce ondulación y 
Gua:  montañas o cerros. 
En tiempos Muiscas, Cogua integró la Confederación Muisca de Bacatá y una de sus principales actividades económicas era la fabricación de ollas que comerciaban para la
producción de sal en Zipaquira, oficio que siguieron desempeñando durante la colonia.
Como primer encomendero de tierras en Cogua, Nemesa y Peza, figura el conquistador Luis López Ortiz, hermano de la esposa de Juan Ruiz de Orejuela;  encomendero a su vez, de El Rosal y Subachoque. Posteriormente, Francisca Ortiz  hija de Luis López Ortiz, contrajo matrimonio con Juan Díaz encomendero de La Meza,por tanto es probable que Díaz recibiera como dote por parte del padre de su esposa, tierras en Cogua. A comienzos del siglo XVII aparece con estancia en Cogua Juan de Silva y Collantes, nieto del conquistador y encomendero de Chía Juan Muñoz de Collantes.
Uno de los primeros doctrineros de Cogua, fue el famoso cronista Fray Pedro de Aguado, autor de La Recopilación Historial del Nuevo Reino de Granada. Fué doctrinero de los pueblos de la  encomienda de López Ortiz, Cogua, Némesa y Peza, según consta en un acta de 1569. 
En 1593, el visitador Miguel de Ibarra, por orden del Rey, recorrió las aldeas nativas de la sabana,  delimitó resguardos en los lugares ancestrales , los amparó y los entregó a sus nativos habitantes. Posteriormente, en 1600, el visitador Luis Enríquez, opta por revocar lo actuado por el Licenciado Ibarra y manda que los indios de dichos pueblos entre ellos los de Cogua, Nemesa y Peza, sean repartidos y conglomerados en un sitio localizado en Zipaquirá, y en  Tocancipa a los de Sopó, Cueca y Meusa entre otros. 
Los Muiscas del territorio hoy conocido como  Sabana - Centro,  no estuvieron de acuerdo con este traslado y regresaban en las noches  a sus antiguos lugares, situación que molestaba a los encomenderos y creaba  serios conflictos, pues los nativos se trasladaban por su cuenta a sus antiguas tierras, que ahora, por orden del Licenciado Enríquez eran propiedad de otros encomenderos. Los muiscas de la sabana Elevaron numerosas quejas y 
Municipio de Cogua
Foto - Archivo Municipal
presentaron memoriales a la Real Audiencia, manifestando su inconformidad y notificando que las tierras  donde los habían mandado, no tenían agua ni leña, eran secas y no aptas para labranza. Los reclamos tardaron un poco más de 30 años en ser atendidos; en 1638 llegó el visitador Gabriel de Carvajal con la misión de revisar las actas levantadas por Ibarra y por Enríquez y resolvió amparar de nuevo a los indios en los resguardos que don Miguel de Ibarra  les había entregado en 1593, y obligó a aquellos que ahora usufructuaban las tierras de los resguardos a reintegrarlas a sus  reales poseedores.
Cogua en la Independencia
La presencia de Cogua en el proceso de independencia, se encuentra plasmada en los anales desde la Etapa precursora, cuando Luis Gómez uno de los estudiantes implicado en la conspiración de los Pasquines de 1794, vinculado al proceso seguido a don Antonio Nariño por la traducción de los Derechos del Hombre,  huyendo de las autoridades busca la protección de unos parientes  en inmediaciones de Cogua, donde logra ocultarse, no obstante, meses después los informantes del tribunal descubrieron su paradero y fue capturado en este municipio el 18 de Febrero de 1795, llevado a juicio y condenado a 8 años de prisión en España.
Entre los patriotas fusilados en la Plaza de Zipaquirá el 3 de Agosto de 1816, durante el régimen del Terror, figura Luis Sarache, natural de Cogua. 
En las batallas de la campaña libertadora, figuran los siguientes héroes de Cogua:
Comandante Domingo Forero, batalla sitio El sombrero, 16 de febrero de 1818.
Sargento Mateo Bello, Combate Ocaña, noviembre 20 1819
Capitan Esteban Sánchez, combate en Ocaña,noviembre 20 1819  
Sargento Santos Carreto, combate Pitayó, junio 6 1820 
Sargento Julián Cholo, Batalla de Jenoy, febrero 2 1821 .
Cogua fué fundada en Agosto de 1604 por don Lorenzo de Terrones. Integra la provincia   Sabana Centro del departamento  Cundinamarca, junto con los municipios de Cajicá, Gachancipa. Tabio, Chía, Nemocón, Tocancipa, Sopó, Zipaquirá.

jueves, 18 de agosto de 2011

BOGOTA - BACATA - Apuntes de Historia

Primer Escudo de Bogota
y Firma de
Gonzalo Jiménez de Quezada
La llegada de Quezada
En los primeros días de marzo de 1537, el Adelantado Gonzalo Jiménez de Quezada hizo su arribo al territorio norte de la Sabana de Bogotá, comandando  un grupo de 166 hombres que integraban la  expedición.
Quezada, aproximadamente un año antes, inicio en Santa Marta su expedición hacia el interior  con cerca de 800 hombres, sin presentir que le esperaba una difícil y podría decirse, trágica travesía que cobró la vida de casi 600 hombres.
Al llegar al norte de  la sabana, territorio Muisca del reino de Bacatá, le esperaban  en  inmediaciones de Suesca un grupo de  guerreros del Zipa Tisquesusa que le enfrentan. Los guechuas  desafían bravíamente a los invasores,  esperando  derrotarlos con sus fuertes lanzas de macana y sus bodoques; sin embargo, ese día, los bravíos guerreros de  Tisquesusa experimentan en cuerpo propio el alcance y  poder  de  unas armas desconocidas, que sonaban como truenos, y además rápidas y letales, con  las que responden las aguerridas huestes  invasoras: arcabuces y espadas y, sumado a estas,   los caballos, también  desconocidos hasta entonces,  que montan lo intrusos y los hace más fuertes. 

No obstante la desventaja, los muiscas  acuden a una de sus tácticas como era el "honor del guerrero" en las que primaba el respeto a la victoria del guerrero con mayores aptitudes:   "como era el de retar al guerrero más fuerte del enemigo,  a un combate cuerpo a cuerpo donde el vencedor obtendría la victoria de la batalla para su gente".   Uno de los hombres de Quezada en respuesta a este reto propuesto, avanzó su caballo sobre el valiente Guechua lo tomó por el pelo y lo decapitó con la espada. 
Sorprendidos Los guerreros del Zipa  ante esta reacción de los invasores, optan por  replegarse hacia el fuerte de Busungote de Cajicá donde  son seguidos por los conquistadores; el enfrentamiento marcó nuevamente la supremacía de las armas españolas y el ejército del Zipa se vio obligado a abandonar el fuerte.

Zipa Tisquesusa
Archivos Biblioteca 
Luis Angel Arango
Quezada culmina esta primera incursión   en la Sabana de Bacatá, justamente en el fuerte  Busungote del Zipa, localizado en Cajicá; donde decide reposar unos días, debido  al deplorable estado en que se encuentran  sus hombres; según los cronistas, estaban descalzos, hambrientos y casi desnudos, así que al abrigo de las instalaciones de Busungote, descansan, reponen su salud con abundante comida, que allí encuentran almacenada, reemplazan sus raídas vestimentas con túnicas muiscas ["especie de camisetas"] y permanecen  unos días que aprovechan para recorrer los alrededores y reconocer un poco el territorio.
Entre tanto, Tisquesusa dispone que pequeños grupos de guerreros "se desplacen en las noches silenciosamente, ejecuten rápidos ataques  y   ahuyenten los caballos  entre otras estrategias; no obstante, estas acciones no producen mayores resultados, por lo que finalmente ordena  prender fuego a la legendaria armería"
Durante los recorridos efectuados en zonas aledañas de Busungote, descubren otras instalaciones de lo muiscas así que abandonan Busungote y  se trasladan   a   inmediaciones entre Chía y Suba;  someten al Usaque de Suba, hombre mayor, quien enterado de  los sucesos de Busungote, sin más alternativas, acepta ser bautizado y allí los conquistadores celebran la primer Semana Santa en este Nuevo Reino; sin embargo refieren los cronistas, el Usaque de Suba murió a los pocos días.[resultado, probablemente del dolor y verguenza del sometimiento]

En Suba, las huestes se dedican a recorrer las zonas periféricas y llegan hasta  la ciudadela muisca de Bacata, (actual municipio de Funza) cuyo espectáculo los deja impresionados, según refieren los cronistas, era una aldea de grandes proporciones; Don Juan de Castellanos cita: "... era la ciudad tan grande que se calculaba encerraba unas 20.000 casas y el palacio era tan espacioso que pudo alojar cómodamente en su recinto a los españoles con sus caballerías...".