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sábado, 16 de abril de 2011

20 de Julio de 1810

PARTE II
Casa donde funcionaba la tienda
del español José González Llorente
el 20 de julio de 1810
Fotografía Archivos Internet
Los criollos con gran entusiasmo iniciaron los preparativos para el banquete que ofrecerían en honor    del Comisario Regio don Antonio  Villavicencio. 
En medio del alborozo de los preparativos, se enteran que las autoridades habían dispuesto el hospedaje del comisario Villavicencio en
 casa de un español.
Preocupados por las dificultades que esto representaría para acercarse al Comisario Regio y por la  influencia que podrían ejercer los "chapetones" sobre este, deciden entonces hacerle llegar una carta de bienvenida,  en la que expresamente le invitan a  hospedarse en la casa de Pantaleón Sanz de Santamaría y Prieto, un  criollo benemérito y confiable [uno de los herederos de la famosa hacienda Hatogrande]. 
Pocos días atrás, para fortuna de los intelectuales y  gracias al   indiscreto comentario de un funcionario de gobierno conocieron de las pesquisas que por aquellos días adelantaban  los miembros  de la Audiencia con base en una demanda por sedición que acababan de instaurar en el Tribunal, demanda en la que sus nombres figuraban comprometidos  y, de la que se encargaban, con mucha discreción,  los temibles oidores Alba y Frías.  Tales noticias preocupan a nuestros criollos, pues de antemano conocían el desenlace de los juicios por sedición,  y   temen por sus vidas y el bienestar de sus familias; máxime cuando tan solo un par de semanas antes, el Tribunal de Santafé había ordenado  la macabra exposición de la cabeza de los jóvenes  Vicente Cadena y José María Rosillo, líderes comuneros capturados  en cercanías de Casanare y fusilados en el mismo sitio de la captura  y luego sus cabezas fueron remitidas a la capital del reino para ser expuestas como escarmiento.
Antonio Villavicencio
Nuestros próceres ante el riesgo del juicio y los posibles resultados, deciden seguir adelante con el proyecto de exigir una Junta Suprema de Gobierno con participación de los criollos. Así que persisten en sus reuniones secretas en las que estudian en detalle estrategias para frenar el juicio emprendido por los oidores en su contra, llegando a la conclusión, que la única forma era actuar con contundencia y rapidez, como lo habían hecho Quito en 1809 y recientemente Caracas:  Una protesta que involucrase el pueblo y   el mismo día de la protesta crear la junta  de Gobierno. –  (Recordemos  que estas juntas eran  denominadas "Juntas conservadoras de los Derechos de Fernando VII", en razón a que éste era prisionero de Napoleón Bonaparte" .
Tal empresa no era fácil, así que prosiguen las reuniones secretas en las que trazan  planes y las acciones correspondientes,  por seguridad, cambian el sitio y acuerdan reunirse discretamente en la Casa de José Acevedo y Gómez; después de algunas reuniones descubren, que no obstante las precauciones tomadas,   continúan siendo vigilados, por lo que  deciden reunirse en adelante, en las instalaciones del Observatorio Astronómico  donde trabajaba el sabio  Francisco José de Caldas
Francisco José de Caldas
En el Observatorio, las reuniones  se enfocan en el perfeccionamiento del plan y luego, cuidadosamente, programan  las comisiones que cada uno debe cumplir. 
Antonio Morales, sugirió el hecho   de  provocar un incidente entre españoles y criollos y con este fin fue escogido el establecimiento del comerciante español José González Llorente, cuya animadversión hacia los criollos era de conocimiento popular. 
Se convino entonces que  Luis Rubio  Ricaurte   sería el  encargado de pedir en préstamo a   González LLorente,  un florero que en aquellos días exhibía para la venta; la justificación de tal solicitud era que dicho florero tenía como accesorio  un emblema español en forma del escudo del rey, así que  lo solicitarían para adornar la mesa del banquete, explicando  la importancia de colocar en la mesa  un emblema que representara a España  durante el agasajo  al comisario Regio  Antonio Villavicencio. 
Nuestros criollos  estaban seguros de recibir una despótica  negativa de  LLorente, por tanto, Antonio Morales y su hermano se  ubicarían  cerca de Luis Rubio para escuchar la respuesta, y reclamar de inmediato,  en voz alta, la forma en que "el Chapeton" trataba a los americanos. Sin embargo,  si esta estrategia fallaba, tenían  un segundo plan: Francisco José de Caldas que estaría en otro lugar cercano, esperaría  una señal, para pasar por frente del establecimiento saludando en voz alta a  Llorente; Y entonces los hermanos Morales, protestarían de inmediato  y fuertemente le reclamarían  a Caldas, por saludar a un enemigo de los americanos!. 
Entre tanto Carbonell y otros  estarían pendientes  para iniciar la segunda fase del plan, que consistía en dar voces, una vez iniciado  el altercado,  para atraer la atención de la gente, a la que involucrarían para que fuesen testigos de cómo "los chapetones", trataban a los americanos. 
La misión de  Carbonell, considerada de alto riesgo, fue analizada rigurosamente, pues temían los desórdenes y desmanes que provoca la multitud amotinada. La solución que encontraron fue la de actuar simultáneamente; y mientras se registraba el incidente, exigirían también a voces, que el Virrey convocara cabildo abierto, extraordinario e inmediato.
José María Carbonell
"El chispero de la revolución"

Los criollos estaban seguros, que el Virrey ante los gritos de la multitud y el motín en la plaza,  sentiría temor y accedería a convocar  el Cabildo Abierto;  una vez obtenida  la autorización del Virrey procederían sin tardanza a celebrar el Cabildo, y  a elegir los miembros que conformarían la     junta  de gobierno;  Los criollos tenían claro, que para dar validez a la elección y conformación de la Junta, esta debía estar presidida, así fuera provisionalmente, por el mismo Virrey; Y una vez   Integrada la Junta, tomarían el control del gobierno y del orden publico.
Nuestros protagonistas cuidaron todos los frentes; mientras unos llevaban a cabo los hechos descritos, otros tenían la responsabilidad de cumplir otras comisiones, por ejemplo:  el entonces  Capitán de la guardia   antonio Baraya,  emparentado con algunos de nuestros ilustres conspiradores, tendría  que cumplir su parte:  estar atento a la reacción del Virrey y a las órdenes de este al comandante de las milicias, e ingeniárselas para obstaculizar y/ o detener cualquier orden  que pudiera poner en peligro la rebelión. 
Alcanzados  los objetivos de realizar el cabildo, elegir e instalar La Junta Suprema de Gobierno, el Capitán    baraya   al frente de los uniformados, debía disponerse a controlar el orden público, ya que la perturbación del orden sólo debía mantenerse,  hasta que la Junta de Gobierno estuviese  posesionada!. 
la fecha  escogida para llevar a cabo el arriesgado plan, fue el día viernes 20 de Julio, por ser este un día de mercado y la plaza mayor por esta razón, se encontraría colmada  de gente de todas las esferas sociales.
Llegó por fin el tan ansiado día y nuestros conjurados, como algunos historiadores los denominan, decidieron correr todos los riesgos;  inicialmente algunos efectuaron variaciones al plan: por ejemplo, Joaquín Camacho y otros regidores del cabildo, optaron por enviar primero un emisario al Virrey para solicitarle  personalmente la orden para convocar el cabildo;  El comisionado para esta misión fue el mismo Joaquín Camacho que se presentó ante el Virrey presentando la petición del Cabildo; El Virrey Amar y Borbón se negó rotundamente a convocar el Cabildo y  en forma tajante concluyó la reunión y despachó a  Camacho diciendo:  "he dicho". 
Enterados de la negativa del Virrey los  conspiradores con discreción se  dispersaron,  y uno a uno se dirigieron a cumplir las misiones asignadas: 
Rubio, llegó al almacén de  llorente por el florero, el comerciante, contrario a lo que esperaban, de manera formal explicó que no podía prestar la pieza, pues esta se estaba deteriorando  ya que la había prestado en varias ocasiones; Se hizo  necesario entonces dar la señal a   Caldas,  quien de inmediato inició su intervención y pasando por frente del establecimiento  saludo en voz alta a  Llorente; según lo acordado, los  morales reclamaron enfáticamente a Caldas mientras otros criollos se dispersaban por la plaza dando voces que repetían: " estan insultando a los americanos – queremos junta – viva el cabildo – abajo el mal gobierno –".  
La ira sacudió espontáneamente la multitud en la plaza, Los Hermanos Morales habían ingresado al establecimiento de Llorente y, no se sabe como, pero este resultó apaleado;  El Coronel Moledo intervino, rescató a Llorente  y lo condujo bajo protección  a la casa de otro comerciante  español, Lorenzo Marroquín quien le otorgó refugio. 
El Virrey reunido en palacio con su esposa y allegados, escuchaba desde allí los gritos de la gente en la plaza. El coronel Sámano que prontamente había acudido a presentarse ante el Virrey pidió a este la autorización para sacar los cañones y dispararlos contra la multitud; el Virrey decidió aguardar un poco y  observar el curso de los acontecimientos y frenó la propuesta de Sámano;  sin saberlo,  el virrey con su decisión facilitó la misión que debía cumplir Baraya.  
Museo de la Independencia
La ira popular arremetió contra las casas, que sin distinción fueron apedreadas, entre ellas algunas de los ilustres conspiradores, que temiendo la fuerza que empezaban a tomar las acciones de la gente, decidieron resguardarse. Las horas avanzaban, el ímpetu de la multitud, sin líderes, empezó a ceder, la gente se fue dispersando y muchos abandonaron la plaza para regresar a sus viviendas, pues  los días de mercado acudían desde tempranas horas a vender sus productos, así que Hacia las 4 de la tarde la plaza se encontraba prácticamente vacía.
José Acevedo y Gomez en sus "relatos del 20 de Julio"   refiere sobre los disturbios: 
[...] Los más ilustres patriotas, asustados ante este espectáculo nuevo, se habían retirado a lo más recóndito de sus casas,... yo preví que esta tempestad se iba a calmar... después de que el pueblo saciase su venganza [...]
¡Y Es en este  momento  cuando el prócer José Acevedo y Gómez reacciona!; comprende que el movimiento esta a punto de fracasar y que de todas maneras su vida ya estaba en peligro; abandona entonces la seguridad de su casa y se dirige al   Cabildo resuelto a convocar a sus compañeros y a arengar al pueblo para detener la dispersión; De sus compañeros sólo encontró a Miguel de Pombo, Manuel de Pombo, Luis Rubio, al secretario Morelo y al Coronel José María Moledo. 
En el cabildo  acevedo y gomez realiza su máximo esfuerzo; se ubica en  el  balcón de la casa  y desde allí para llamar la atención,  golpeaba con sus manos, fuertemente, la baranda del balcón, al tiempo que con recia voz se dirigía a a los presentes aún en la plaza; Llamó por su nombre a todos los conocidos y uno a uno los invitó a actuar como vocales de  la junta que ese dia debia  nombrarse.  
José María Carbonell ,     que en aquel momento también regresó a la plaza, al observar las acciones del "Tribuno del Pueblo" entiende  los propósitos, y reacciona e improvisa un plan de apoyo; La genial improvisación de José Acevedo y Gómez y de José María Carbonell,    salvaron el movimiento del 20 de julio de 1810, veamos: 
José Acevedo y Gómez
"El Tribuno del pueblo"
Los vocales que   José acevedo y gómez, desde el balcón del cabildo iba nombrando acudieron al llamado junto a otros acompañantes,   los que aún quedaban en la plaza también se acercaron y  se ubicaron cerca del balcón y alrededor del edificio; todos aplaudían; hacia las 6 y media de la tarde, la luz se había tornado tenue y la plaza empezaba a cubrirse de las sombras de la noche;  en Santafé recordemos, no había luz eléctrica y la luz del balcón del cabildo era débil, no obstante  la gente  allí permanecía, de pie en la penumbra,  interesada e impactada por la  elocuencia del tribuno, que ese día,  improvisadamente, elaboró su magistral  discurso:   
 " ¡!!...si perdeis estos momentos de efervescencia y calor…si dejais escapar esta ocasión unica y feliz…antes de 12 horas sereis tratados como insurgentes…ved, los calabozos, los grillos y las cadenas que os esperan…!!!  
Carbonell al llegar a la plaza y escuchar a  acevedo y gomez, comprende   la situación e improvisa su propia estrategia; sin perder un instante,  en compañía de unos amigos, se dirige a  los sectores aledaños llamados  "arrabal de la ciudad" y golpeando en la puerta de cada casa, de cada taller, de cada negocio que encontró a su paso,  fue citando a la gente en la plaza. 
Hacia las 7 de la noche, mencionan los registros, en la tranquila Santafé comenzó a escucharse un ruido ensordecedor de voces que gritaban: " cabildo abierto…junta…" En palabras del ilustre historiador Liévano Aguirre:
  " de todos los lugares aparecieron multitudes en marcha…Y ellos…las montoneras de hombres y mujeres… venían a cumplir la cita con Carbonell…con la historia… venían a decidir el conflicto a favor de la elite criolla"
Hacia las 8 de la noche aún El Virrey persistía en su posición y  se negaba a autorizar el Cabildo Abierto; al recibir informes sobre los desórdenes,  considera las  acciones que podía emprender   una multitud con teas encendidas,  y es entonces que accede a autorizar la Reunión del Cabildo,  condicionando a que   sería un Cabildo Extraordinario y  no un Cabildo Abierto. 
Observatorio Astronómico
Archivo de Bogotá.

La condición del Virrey de no celebrar Cabildo Abierto,  tenía como fin impedir la participación del pueblo, ya que  al Cabildo Extraordinario solo podían asistir los regidores; No obstante, el pueblo permaneció en la plaza y fue guardián del Cabildo.

El Cabildo Extraordinario se celebró con los vocales designados esa tarde por Acevedo y Gomez desde el Balcón; y aprobados por el pueblo que aplaudía cada nombramiento.   
En las horas de la noche del 20 de Julio de 1810 a petición del pueblo,  el Cabildo Extraordinario procedió a designar  los dignatarios que integrarían La Junta de Gobierno;   conformada la primera Junta Suprema de Gobierno en Santafé, Los regidores   redactaron y levantaron el Acta correspondiente,  en la que se consignó  que el gobierno del Nuevo Reino de Granada  ahora se encontraba bajo la dirección de La Junta recién constituida. 
 el acta  fue protocolizada al día siguiente con el reconocimiento y firma del atemorizado virrey Amar y Borbón. En los siguientes días, la ira del pueblo se acrecentaba y el virrey fue hecho prisionero  para proteger su vida y escoltado   hasta el edificio de la gendarmería,   en tanto que la virreina, fue trasladada a la cárcel del divorcio.
y en ese magno día,  viernes 20 de Julio de 1810 se registro en santafé  el triunfo de Las ideas de los intelectuales criollos; en  sorprendentes hechos donde  la genialidad criolla  logró lo que  parecía imposible de alcanzar: ejecutar magistralmente   un Golpe   revolucionario  en Santafé, deponer al virrey, tomarse el poder y dividir la historia de españa  en el nuevo reino de granada. 
 los anales de nuestra historia registraron la inmortal fecha como el día de la firma de:
 El Acta de Independencia del 20 de Julio de 1810!


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