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viernes, 13 de abril de 2012

UBATE CUNDINAMARCA - Apuntes de Historia

Casa del Noviciado
San Luis Obispo
Foto, archivos Internet

Ubaté, de acuerdo con la interpretación de nuestros primeros Historiadores(Siglo XIX) significa: "sangre derramada y/o tierra ensangrentada"   y,  para otros:  "Semillero del Boquerón". (No obstante, recordemos que no tenían estudios especalizados sobre la Lengua Muisca)
Estudios recientes, mencionan que las sílabas y palabras de la lengua Muisca expresaban un significado  de acuerdo con el  lugar, contexto y tema a que se referían, por tanto, a partir de  análisis especializados sobre el tema, se han obtenido  interpretaciones que se acercan al significado original otorgado por la Lengua Muisca,  entre ellos para Ubaté:
Uba = siembras diversas en valle de montañas, y la sílaba
Te = se observa asociada a Aldeas o sitios cuyas planicies se encuentran enmarcados por tupidos bosques y, estos, de montañas que concluyen al inicio de otro valle o de un gran descenso y viceversa. La suma de significados nos daría, por ejemplo:  "Valle entre montañas con Siembras diversas  hasta el final de la llanura" 
El territorio de Ubaté en tiempos prehispánicos fue la base del Cacicazgo del mismo nombre y, antes del dominio del Zipa Nemequene, según relatos de los cronistas, fue un poderoso señorío independiente  al que se encontraban sujetos las comarcas de Fúquene, Ubaté, Suta y Tausa.
La Geografía política de Bacatá, bajo el gobierno de Nemequene cambió de acuerdo con sus propósitos de expandir el dominio sobre el territorio, estabilizar su gobierno por medio de normas que todos debían cumplir, que los cronistas citan como: "Los códigos de Nemequene", que el Zipa impemento para todo el territorio sujeto, y para proteger las fronteras del reino estableció fuertes militares en sitios estratégicos que eran administrados y resguardados por  Guechas (guerreros). Uno de los territorios sometidos por Nemequene fué el Señorío de Ubaté
La Leyenda de la "sangre derramada" se origina  en los inicios de la época hispánica, a partir de la resistencia presentada por de los muiscas de Ubate y  aldeas circunvecinas de la región que se negaron a aceptar el sometimiento, la servidumbre y la expropiación de sus territorios y, a cambio, decidieron sacrificar su vida siendo libres.  Sobre esta  sublevación de los "Ubatés",  que se registró hacia 1540, don Manuel Ancízar refiere:

[...] alzamiento contra los españoles, más para resistirles y librarse de la cruel sujeción a los repartimientos que para atacar a los insufribles dominadores. Retiráronse con sus familias y mantenimientos al Peñón de Tausa, y en él se fortificaron haciendo acopio de piedras y peñascos para rodarlos sobre los odiados enemigos... y después de una desesperada resistencia, quedaron maltrechos, desalojados y una gran mortandad de hombres mujeres y niños. El recuerdo del sangriento suceso me hizo pasar el desfiladero con cierta veneración por la memoria de los vencidos defensores de su patria[...]. (Peregrinación del Alpha – Manuel Ancízar)

Los registros indican que en tiempos tempranos de la Conquista los primeros encomenderos de tierras en  Ubaté fueron:
Antonio Bermúdez: soldado conquistador de la hueste de Quezada; intervino junto a Gonzalo Suárez Rendón en la pacificación y fundación de Tunja; posteriormente de Guatavita, Ubaté y otros pueblos y por su mérito en estas "campañas de pacificación" le fue concedida  la encomienda que comprendía los pueblos nativos de Ubaté, Suta y Tausa y consigue además la adición del pueblo de Choachí. 
Iglesia de Ubaté
Foto: Archivos Municipales
 
En 1578 existen registros de una demanda ante  el Tribunal de la Real Audiencia por " Cobro excesivo de tributos a los indios de Sopó por parte del encomendero Bermúdez". La demanda de los "Sopoes" demuestra que Bermúdez también poseía una estancia en este municipio. 
Contrajo matrimonio con María de Amaya y es probable que efectuara "composiciones" de intercambio de  sus tierras de la sabana, puesto que debía trasladarse a Cartagena donde fue nombrado Contador Real de la ciudad.  
Diego Rodríguez de Valderas: Integrante de la hueste de Nicolás de Federmán, recibió también tierras de encomienda en Ubaté. Contrajo matrimonio con Ana Leonor Maldonado de Mendoza.
Le sucedió en la encomienda  su hija Adriana Maldonado Rodríguez y Valderas,   que contrajo nupcias  con el Licenciado visitador Bartolomé Másmela. Sucedió  y heredó la encomienda un hijo de este matrimonio, que portó el apellido del abuelo conquistador e ingresó a la comunidad religiosa como Fray Diego Rodríguez de Valderas.
MANTAS NATIVAS
Parque principal Ubaté
Foto: Archivos del Municipio
La lana de ovejo fue incorporada como materia prima para  los tejidos de la Sabana hacia el siglo XVII, desplazando un poco el algodón nativo, en  la elaboración de mantas para los españoles, ruanas y vestidos nativos para los naturales; Dentro de la historia de Ubaté y  Cucunubá existe, entre otras, la historia del tejido y "la finura con que tejían las Chingas" es mencionada  por los Cronistas de Indias.  La elaboración de las ruanas forma parte de la cultura y la historia de Ubate y ha prevalecido hasta los tiempos actuales. 
En el municipio  se conservan algunas casas coloniales y el nombre nativo  de algunos sitios, entre éllos: Sucunchoque, Soaga, Chital, Chuscal, y el resguardo que aún cuando es un sitio ancestral, el nombre proviene de la Colonia. 
La fundación hispánica de Ubaté fue realizada por el Oidor Bernardo de Albornoz, el 12 de abril de 1592. Integra la provincia de Ubaté junto con los municipios de Cucunubá, Lenguazaque, Tausa, Sutatausa, Fúquene, Simijaca, Guachetá y Susa.
Lea Más sobre Ubaté en los links siguientes: 

miércoles, 4 de abril de 2012

LOS COMUNEROS PARTE IV

 JOSE ANTONIO GALAN 

PERSECUCION Y JUICIO A LOS LIDERES COMUNEROS

Firmadas las capitulaciones en Zipaquirá, El Arzobispo Caballero y Góngora  regresa a Santafé  con el firme propósito de disponer preparativos   para realizar una expedición de  pacificación por los  "tumultuosos pueblos", entre los que recorrería  Tunja, sus alrededores  y las villas de Santander, llamadas entonces del Socorro. El Arzobispo inició su correría el 25 de Junio de 1781,  escoltado por  el comandante Berbeo y algunos de sus hombres. 
Tomado archivos
Biblioteca Nacional
Mientras tanto, Galán que   había partido de las tierras de Nemocón desde el día 25 de Mayo, en cumplimiento de las instrucciones de su comandante Berbeo;   al momento de la firma de las capitulaciones en Zipaquirà,  se encontraba recorriendo las aldeas y villas,  arengando a los trabajadores y nombrando   en cada lugar capitanes para que se encargasen de controlar, armar  y dirigir  la gente.  
Tal  circunstancia ocasionó   que Galán, tardara en conocer el desenlace  de los  acontecimientos  en Zipaquirá y fue la razón por la  que  aún después de la firma de las capitulaciones, el líder continuase en el cumplimiento de su misión, como  era la de impulsar   levantamientos en las haciendas y  villas.
Las acciones de Galán prosiguieron por tanto, algunos días después de la firma de las Capitulaciones, y las autoridades junto a otros personajes, encauzaron la  atención sobre los hechos que provocaba  el Comunero  en su paso por los pueblos, pues estos no sólo le comprometían, sino, que  eran  el testimonio de   su influencia   y   facilidad para  "envalentonar" las gentes.   
No obstante,  dicen sus biógrafos; en los documentos del juicio quedó demostrado que Galán tan pronto  recibió  la  comunicación de Berbeo, aceptó respetuosamente las nuevas instrucciones, e impartió  órdenes a sus capitanes de Ambalema y demás pueblos, para  desmontar  los campamentos  y retirarse. 
Al respecto es de tener en cuenta, que las intenciones del Tribunal de la Audiencia  una vez  firmadas las capitulaciones, eran las de  aprehender a los líderes de la insurrección,  como lo confirman las inmediatas órdenes de captura que fueron expedidas. 
La actuación del tribunal  produjo alarma en las juntas de notables, pues   consideraban que con dichas órdenes se corría el riesgo de  reactivar la sublevación; y la Junta Asesora de Los Comuneros presentó al virrey   un memorial  con fecha  1o. de Julio, en el que suplican ordene el regreso de las tropas enviadas desde Santafe, porque esta acción podría ser: "un nuevo motivo para que las poblaciones conmovidas no dejasen sus inquietos movimientos". 
El  mensaje fue atendido parcialmente, pues en los anales figuran registros de    cruentas  jornadas de persecución en las que  capturaron y decapitaron numerosos comuneros.   
Es probable que Galán, al conocer  las disposiciones  donde  se ordenaba la persecusión y captura de los  comuneros, emitidas antes de cumplirse  siquiera treinta días de la firma de las capitulaciones, le hicieran reflexionar sobre los verdaderos propósitos del gobierno y del tribunal, y en consecuencia  una de las razones por las   que días después el Líder José Antonio Galán,  decide por su propia cuenta, comunicar a sus hombres y capitanes, que continuaba el levantamiento y se rechazaba el acuerdo de Zipaquirá. 
El Tribunal 
Con fecha 14 de Julio de 1781, el Tribunal  expide la orden de captura en contra del Capitán de los Comuneros Josef Antonio Galán Zorro (sic.), sus dos hermanos y toda guardia y custodia que le acompañe.  La orden fue dirigida a  los alcaldes de todos los pueblos y contenía además recompensa para quien diera información y/o ayudara a capturarlo vivo o muerto.
El 28 de Julio de 1781, según documento, los integrantes de la Junta asesora de Berbeo: Salvador Plata, Francisco Rosillo, Antonio Monsalve y otros, otorgaron poder para que por instrumento público  Las Capitulaciones firmadas en Zipaquirá fueran declaradas inválidas.
Reconocida la Invalidez de la firma de las capitulaciones, el Tribunal procedió a abrir juicio en contra de Juan Francisco Berbeo, Ambrosio Pisco, José Antonio Galán Zorro y otros capitanes. 
Juan Francisco Berbeo 
Inculpado por Salvador Plata, Rosillo y otros, fue puesto en prisión. Después de meses de prisión y numerosas  indagaciones, fue finalmente exonerado y dejado en libertad, gracias a la declaración del entonces Arzobispo Virrey Caballero y Góngora, quien manifestó ante el Tribunal, que Berbeo en Zipaquirá se había esforzado en  controlar las gentes y que gracias a estas acciones del Comandante, no sólo se  evitaron  desmanes mayores sino la entrada de los comuneros a la Capital.
El Arzobispo Caballero y Góngora
El Arzobispo y más tarde Virrey, efectuó con los comuneros una notable gestión de diplomacia, como puede observarse en sus  informes sobre los acontecimientos, enlos que  entre otras reflexiones se encuentran las siguientes:
Expediente del Zipa Comunero 
Ambrosio Pisco
Archivos Biblioteca Nacional
[...]Hallándolos así divididos por sus propios intereses, me aproveche con facilidad de su misma división... si este movimiento triunfa, nos encontraremos ante la inminente perdición del reino[...] 
[...] la inexplicable miseria de este país los ha despeñado a tan grandes atentados[...] 
[...]abrumados estos moribundos vasallos con tan pesada carga, no pueden ya llevarla sin la costa de acabar de perder sus débiles haciendas y trabajosas vidas[...]
Ambrosio Pisco
Perseguido, detenido, fue expropiado de sus bienes y junto con su esposa y su sobrino Luis Pisco mandados a  prisión   el día 4 de septiembre de 1781.  Condenado  a muerte, le fue conmutada la pena por prisión perpetua en las bóvedas de Cartagena; donde permaneció hasta 1782 cuando  procedente de España llegó el indulto firmado por el Rey. Enfermo regresó a Chía y allí  fallecio en 1785.
José Antonio Galán Zorro
La orden de arresto en contra del Capitán de los Comuneros entre otras recomendaciones expresaba: "si llegare el caso de no ser suficientes para reducirlos a segura prisión, usará la fuerza y violencia, hiriendo y matando, ofreciendo precio por sus cabezas..." .
Josef Antonio Galán Zorro
1741 - 1782
Precursor, Prócer y mártir



A partir del 14 de julio de 1781 fecha de la orden en mención, El comunero de los comuneros    a pesar de la persecusión, persistió en su rebeldía contra el gobierno colonial, y en compañía de   hombres leales que le seguían, remontó  provincias, pueblos y ciudades proclamando   equidad y justicia para el pueblo al tiempo que  con ingenio evadía a sus perseguidores. 
Según  documentos anexos al juicio,  Galán  además de provocar levantamientos y sendos motines en distintas poblaciones, recibía incondicional apoyo en cada lugar por donde pasaba, y su influencia se extendió y fue el origen de  rebeliones en ciudades lejanas.
El historiador   Cárdenas Acosta cita algunas ciudades donde se registraron levantamientos,  que recibieron influencia de Galán; entre éllas:  la ciudad de Neiva en el mes de junio de 1781, Honda el 23 del mismo mes,  Zipaquirá en Agosto 3 y  Tocaima en Agosto 6, como consta en  documento con fecha septiembre de 1781. 
Según los informes,  Galán recibía continuos mensajes desde diferentes sitios  y en el mes de Septiembre  se desplazó hasta el Socorro, pues de allí  había recibido numerosos "chasquis" (mensajes) de sus capitanes, que en más de ocho pueblos esperaban sus órdenes: "hora a hora para acometer la empresa"; algunos de estos mensajes terminaban: !Viva Dios, Viva nuestra sangre, Viva nuestro señor Soberano y muera su mal gobierno!.
La épica aventura del inmortal comunero y de los leales hombres   que le escoltaron y siguieron hasta el último día,  contó además con benefactores secretos que le resguardaron, apoyaron y protegieron   hasta el último momento.
El 12 de octubre de 1781, hacia la media noche, en el sitio de Chaguanete, jurisdicción de Onzaga, Galán y algunos de sus capitanes, a sangre y fuego fueron apresados  por un grupo de hombres que comandaba  Salvador Plata, el mismo que otrora integrara la Junta Asesora de los Comuneros, quien desde días atrás,  de su propio patrimonio, había ofrecido una importante recompensa  y en diversos puntos tenía  espías dispuestos para que le informaran todo movimiento.  
Las declaraciones  citan, que Plata  ordenó traer un herrero para que le pusiera los grillos y cadenas al Líder prisionero; pero que en todo el contorno,  a pesar de la buena paga que  ofrecía, ningún herrero quiso atender tal petición!.
CONDENA A GALAN
Documento de la condena
Archivos Blaa
[...] Siendo, pues, forzoso dar satisfacción al público y usar de severidad, lavando con la sangre de los culpados los negros borrones de infidelidad con que han manchado el amor y ternura con que los fieles habitantes de este reino gloriosamente se lisonjean de obedecer a su Soberano, condenamos a José Antonio Galán a que sea sacado de la cárcel, arrastrado y llevado al lugar del suplicio, donde sera puesto en la horca hasta que naturalmente muera. Que bajado, se le corte la cabeza, se divida su cuerpo en cuatro partes y pasado el resto por las llamas (para lo que se encenderá una hoguera delante del patíbulo), su cabeza será conducida a las Guaduas, teatro de sus escandalosos insultos, la mano derecha puesta en la plaza del Socorro; la izquierda en la villa de San Gil; el pié derecho en Charalá; y el pié izquiero en el lugar de Mogotes, [y] declarada por infame su descendencia, ocupados todos sus bienes y aplicados al real fisco; asolada su casa y sembrada de sal, para que de esta manera se dé al olvido su infame nombre y acabe con tan vil persona, tan detestable memoria, sin que quede otra cosa que el odio y espanto, que inspira la fealdad del delito[..]
Josef Antonio Galán Zorro,   fue ejecutado el 1o. de febrero de 1782.
Doscientos años después de la macabra condena proferida por el tribunal colonial de Santafé,  los indescriptibles actos decretados y cometidos en contra del cadáver del prócer,  hoy, aún sorprenden por su crueldad! 
Paz en la tumba del líder comunero, paz para su descendencia y perdón para sus agresores!