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jueves, 18 de agosto de 2011

BOGOTA - BACATA - Apuntes de Historia

Primer Escudo de Bogota
y Firma de
Gonzalo Jiménez de Quezada
La llegada de Quezada
En los primeros días de marzo de 1537, el Adelantado Gonzalo Jiménez de Quezada hizo su arribo al territorio norte de la Sabana de Bogotá, comandando  un grupo de 166 hombres que integraban la  expedición.
Quezada, aproximadamente un año antes, inicio en Santa Marta su expedición hacia el interior  con cerca de 800 hombres, sin presentir que le esperaba una difícil y podría decirse, trágica travesía que cobró la vida de casi 600 hombres.
Al llegar al norte de  la sabana, territorio Muisca del reino de Bacatá, le esperaban  en  inmediaciones de Suesca un grupo de  guerreros del Zipa Tisquesusa que le enfrentan. Los guechuas  desafían bravíamente a los invasores,  esperando  derrotarlos con sus fuertes lanzas de macana y sus bodoques; sin embargo, ese día, los bravíos guerreros de  Tisquesusa experimentan en cuerpo propio el alcance y  poder  de  unas armas desconocidas, que sonaban como truenos, y además rápidas y letales, con  las que responden las aguerridas huestes  invasoras: arcabuces y espadas y, sumado a estas,   los caballos, también  desconocidos hasta entonces,  que montan lo intrusos y los hace más fuertes. 

No obstante la desventaja, los muiscas  acuden a una de sus tácticas como era el "honor del guerrero" en las que primaba el respeto a la victoria del guerrero con mayores aptitudes:   "como era el de retar al guerrero más fuerte del enemigo,  a un combate cuerpo a cuerpo donde el vencedor obtendría la victoria de la batalla para su gente".   Uno de los hombres de Quezada en respuesta a este reto propuesto, avanzó su caballo sobre el valiente Guechua lo tomó por el pelo y lo decapitó con la espada. 
Sorprendidos Los guerreros del Zipa  ante esta reacción de los invasores, optan por  replegarse hacia el fuerte de Busungote de Cajicá donde  son seguidos por los conquistadores; el enfrentamiento marcó nuevamente la supremacía de las armas españolas y el ejército del Zipa se vio obligado a abandonar el fuerte.

Zipa Tisquesusa
Archivos Biblioteca 
Luis Angel Arango
Quezada culmina esta primera incursión   en la Sabana de Bacatá, justamente en el fuerte  Busungote del Zipa, localizado en Cajicá; donde decide reposar unos días, debido  al deplorable estado en que se encuentran  sus hombres; según los cronistas, estaban descalzos, hambrientos y casi desnudos, así que al abrigo de las instalaciones de Busungote, descansan, reponen su salud con abundante comida, que allí encuentran almacenada, reemplazan sus raídas vestimentas con túnicas muiscas ["especie de camisetas"] y permanecen  unos días que aprovechan para recorrer los alrededores y reconocer un poco el territorio.
Entre tanto, Tisquesusa dispone que pequeños grupos de guerreros "se desplacen en las noches silenciosamente, ejecuten rápidos ataques  y   ahuyenten los caballos  entre otras estrategias; no obstante, estas acciones no producen mayores resultados, por lo que finalmente ordena  prender fuego a la legendaria armería"
Durante los recorridos efectuados en zonas aledañas de Busungote, descubren otras instalaciones de lo muiscas así que abandonan Busungote y  se trasladan   a   inmediaciones entre Chía y Suba;  someten al Usaque de Suba, hombre mayor, quien enterado de  los sucesos de Busungote, sin más alternativas, acepta ser bautizado y allí los conquistadores celebran la primer Semana Santa en este Nuevo Reino; sin embargo refieren los cronistas, el Usaque de Suba murió a los pocos días.[resultado, probablemente del dolor y verguenza del sometimiento]

En Suba, las huestes se dedican a recorrer las zonas periféricas y llegan hasta  la ciudadela muisca de Bacata, (actual municipio de Funza) cuyo espectáculo los deja impresionados, según refieren los cronistas, era una aldea de grandes proporciones; Don Juan de Castellanos cita: "... era la ciudad tan grande que se calculaba encerraba unas 20.000 casas y el palacio era tan espacioso que pudo alojar cómodamente en su recinto a los españoles con sus caballerías...". 
El Adelantado toma posesión  de la ciudadela de Bacatá e instala allí su centro de operaciones mientras Tisquesusa que se había desplazado hasta Facativa (sic.) empieza a dirigir desde allí  ataques nocturnos con pequeños grupos de sigilosos guerreros  esperando así atemorizar a los invasores y auyentarlos; al no conseguir su objetivo, el Zipa ordenó incendiar  la Ciudad real; sorprendiendo con el fuego a Quezada y a sus hombres 
quienes evaluando los riesgos  decidieron    trasladarse a un lugar más propicio para resguardarse y, así fue como eligieron el viejo y ancestral sitio de Teusaquillo "Thybsaquillo", donde también se encontraban  amplias y cómodas casas que allí poseía el Zipa, razón por la que desde primeros tiempos de la colonia  los registros sobre este sector son referidos con el nombre de "Barrio del príncipe", [hoy conocido dicho sector como Chorro de Quevedo] 
Las casas  del Zipa en Teusaquillo, según refiere don Juan de Castellanos, se encontraban justo en el declive de los cerros antes de iniciar la explanada, rodeadas de extensas arboledas y enmarcadas por dos ríos cercanos de abundantes aguas; el Río Vicachá hoy San Francisco y el Río San Agustín (del que no ha sido posible establecer su nombre nativo)
Es claro que Jimenez de Quezada necesitaba  un lugar estratégico y Teusaquillo poseía características apropiadas: Abundante agua, leña y caza para proveeduría y mantenimiento de hombres y animales y, además, su localización un poco elevada   facilitaba la  observación y vigilancia de la explanada, para una pronta reacción en caso de un  ataque sorpresa,   como el  ocurrido días atrás en las llanuras de Bacatá.  
 
Este sitio, El Teusaquillo del Zipa, fue llamado en las tempranas épocas hispánicas "Barrio del Principe" en memoria del inconquistable Zipa   Tisquesusa;   luego denominado "pueblo viejo" y actualmente  "El Chorro de Quevedo". 
Del barrio del príncipe se conservo el nombre "Palomar del Príncipe" en una edificación, cuyo sitio es citado como el lugar donde existió una casa de observación del Zipa.[años después en el sector Chorro de Quevedo fué construida la Capilla "San Miguel del príncipe", réplica de la primera capilla levantada en estas tierras que se llamó "El Humilladero" y conservando el nombre del barrio, "Príncipe" otorgado en honor y recuerdo del Zipa Tisquesusa] 
El Adelantado Gonzalo Jiménez de Quezada instituyó en este mismo sitio de mando de Tisquesusa su asentamiento militar y centro de operaciones y gobierno, y  el 6 de Agosto de 1538 mediante un acto solemne, declaró las tierras como posesión de los Reyes Católicos Isabel y Fernando y a todos los habitantes del territorio vasallos de la corona; El acto fue sellado con una misa campal  realizada en una cercana arboleda. El Adelantado  para honrar este día, ordenó que allí, donde se celebro la primera misa se iniciara la inmediata construcción de una capilla a la que  más tarde se le dio el nombre de "Ermita del Humilladero".
Las referencias citan que el mismo día y cerca a la 

Capilla del Humilladero
Archivos AHN 
Ermita, se dio inicio a la construcción de la Casa del fundador. Este lugar en la colonia se conoció como "Plaza de las Yerbas y en la actualidad es el Parque de Santander. 
Sobre el nombre de la ciudad Ocaris relata: "Diéronle por nombre a esta ciudad  Santa Fé de Bogotá del Nuevo Reino de Granada a devoción del dicho general Dn. Gonzalo Jiménez de Quezada, su fundador por ser natural de Granada, i de Santa Fe por ser su asiento parecido a Santa Fe la de Granada, i (Sic.) el Bogotá por haberla poblado a donde el dicho Cacique tenía su asiento y casa..." [Ocaris pág.36]
Meses más tarde, ingresan los jefes conquistadores Federmán y Belálcazar que reclaman al adelantado parte del botín y Quezada para solucionar este impasse realiza algunas negociaciones con estos y  accede a vincularlos a las campañas de pacificación del Nuevo Reino de Granada.
Los tres jefes deciden entonces, oficializar la fundación de la ciudad, en cumplimiento de la Cédula Real sobre fundación de pueblos y ciudades y, el día 27 de abril de 1539; demarcan la plaza, que hoy conocemos como Plaza Mayor y Plaza de Bolívar, asignan solares, ordenan la construcción de las primeras 12 casas en honor a los doce apóstoles y escogen el sitio para el cabildo y la catedral a la que dan el nombre de Nuestra Señora de La Esperanza. 
Al territorio donde se funda la ciudad le otorgan el nombre de Nuevo Reino de Granada y a la ciudad, capital del Nuevo Reino; también en este día para cumplir con los requisitos normativos  procedió a  nombrar el primer alcalde de Santafé, cargo que recayó en el Conquistador Baltasar de Maldonado.
Los nativos que habitaban Thybsquillo-Teusaquillo, (referidos en las crónicas como los teusaquillos) fueron trasladados más al norte, en la zona bañada por el río que hoy conocemos como río del Arzobispo, donde permanecieron hasta la llegada del Arzobispo Luis Zapata de Cárdenas, quien tomó estas tierras para la construcción de la famosa "Quinta del Arzobispo" y en consecuencia ordeno el traslado de los "Teusaquillos" a una zona cercana de los "Fuchas" en el territorio   de Usme. [ parte de los terrenos de la "Quinta del Arzobispo" hoy pertenecen al Parque Nacional]
En 1540 el Rey Carlos V, nieto de los reyes católicos, por cédula real otorgó  el escudo y el título de "muy noble y leal ciudad de Santafé". 



4 comentarios:

  1. INteresante, pero ¿qué es AHN? En ninguna parte explicó la sigla que puso. Hay que escribir para los demás, no para uno mismo.

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    1. Presentamos disculpas; con mucho gusto corregimos:
      AHN: Archivo Histórico de la Nación.

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  2. Muchas gracias ruth por la publicación. Me imagino que su comentario se refiere al archivo general de la nación. El río del que buscamos su nombre originario fue bautizado como mananares tal como lo demostré en mi tesis de grado. En su union con el vicachá fue que se fundo la ciudad. El lugar fue luego aplastado oor el cemento de peñaloza frente a la estación tercer milinio de trans milenio

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  3. Sí señor. Archivo histórico Nacional. Una pregunta ¿Podríamos leer su tesis? Gracias por el comentario Alberto.

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