PARTE II
Las noticias de la insurrección en el Socorro y pueblos aledaños, causaron gran revuelo en el ámbito santafereño, que ante el inusual acontecimiento inicio el despliegue de todo tipo de especulaciones.
Los comentarios se extendieron rápidamente por los círculos sociales en los que con sorpresa y cierta admiración se observo la temeridad de los comunes; sin embargo, tanto los respetables patricios de la aristocracia como el ciudadano corriente, se cuidaban de disimular su interés por los sucesos, temiendo una acusación ante el tribunal.
Como es de suponer, el informe de la sublevación también sorprendio a Las autoridades, que alarmadas por los hechos hasta ahora protagonizados por los comunes y temiendo mayores despropósitos de la multitud amotinada, acuden al visitador Gutiérrez de Piñeres, con el fin de que les proporcione alternativas que apaciguen los motivos de la insurrección y frenen el furor de los socorranos.
Dibujo de Alberto Urdaneta en el centenario de los comuneros Archivos internet Blaa. |
Integrada la escuadra de uniformados, esta escasamente llega a 80 hombres; El tribunal, ante la precariedad de la fuerza armada disponible, resuelve entregar al comandante doscientos fusiles y le instruye para que sobre la marcha, reclute hombres leales a la corona y los integre a la tropa. Cumplido el objetivo, la tropa con los refuerzos quedaría fortalecida y podría sin contratiempos someter a los insurrectos.
Los milicianos comandados por el oidor Osorio, parten de Santafe rumbo a las tierras del Socorro en cumplimiento de las órdenes recibidas!.
Nuestro ilustre historiador, Indalecio Liévano Aguirre en su obra: Grandes Conflictos de Nuestra Historia, nos describe este hecho:
[...] Mal informada la Audiencia, de la magnitud e importancia de los acontecimientos, decidió enviar al Socorro al Oídor Osorio, con la ridícula fuerza de cincuenta alabarderos bisoños y treinta soldados de la guardia del virrey, portadores de doscientos fusiles antiguos, destinados a armar a vasallos leales al rey que pudieran reclutar durante la marcha [...]
[...] Las avanzadas del movimiento comunero, compuestas aproximadamente de unos cuatro mil hombres mal armados, se movieron con rapidez hacia el sur en busca del oidor Osorio y consiguieron encerrar las tropas de la Audiencia en el sitio denominado Puente Real. Después de algunas escaramuzas y de muchas deserciones, Osorio no tuvo más remedio que rendirse a discreción. " Las armas del Rey - dice Briceño - el pendón Real, se abatieron por primera vez ante el pueblo "; [...]
El comandante Berbeo por su parte, realizaba ingentes esfuerzos para controlar los desmanes de la gente y procuraba evitar los incendios a las plantaciones de Tabaco, primeras acciones que realizaron los insurrectos causando gran devastación. También cumplían su parte los informantes de los comuneros, ocupándose constantemente de circular entre los grupos las noticias de la tropa enviada desde Santafé para someterlos.
Los capitanes y líderes comuneros al conocer el envío de tropa para someterlos, se presentan ante Berbeo para exigirle que grupos armados (de picas y palas) se desplacen hasta el sitio de Puente Real, para esperar y enfrentar allí a los uniformados.
Berbeo observando la exaltación, evita contrariar tal petición y con el ánimo de evitar mayores dificultades accede al desplazamiento de algunos escuadrones hasta el sitio de Puente Real.
Berbeo observando la exaltación, evita contrariar tal petición y con el ánimo de evitar mayores dificultades accede al desplazamiento de algunos escuadrones hasta el sitio de Puente Real.
Berbeo y la junta asesora, consideran las implicaciones y los riesgos que corrían ante el rumbo que estaban tomando los acontecimientos; y temerosos de las consecuencias por su participación en el levantamiento, deciden enviar un informe secreto al Virrey explicándole la gravedad de la situación y las razones que habían tenido para aceptar los nombramientos que les hicieran los amotinados. Apartes del mensaje:
[...] en el estrecho en que nos hallamos, y que violentados hemos admitido el nombramiento que se nos hizo de capitanes y con el fin de contener los desarreglados procedimientos que se habían experimentado, y ver si por medios de prudencias se puede conseguir la tranquilidad para estas repúblicas, mediante a que no podemos tratar, sin pérdida de nuestras vidas y pocos bienes de impedirles el intento, pues ni aun consienten en que se trate en ningún término al menos que no sea el fin que ellos pretenden de quitar todo pecho y consumir a quien se los impida. Por lo que esperamos que la real piedad lo pacifique por medio de informe de V.E., y sin que se entienda que haber admitido las capitanías tenga en nosotros asomo de infidelidad a nuestro monarca, Rey y Señor, pues antes por fieles vasallos nos hemos sujetado a padecer las molestias que son de considerar en tan crítica circunstancia [...]
En Puente Real el 6 de mayo de 1781, Los Comuneros comandados por Ignacio Calviño, hacen su aparición por cerros y cañadas y "precedidos de ruidos, voladores y otras algazaras" rodearon la tropa miliciana, impidiéndole cualquier movimiento sorpresivo. Los Comunes designan comisiones para entrevistarse con el oidor Osorio y después de dos días de largas conversaciones sin lograr resultados, la comisión de Osorio fracasa y La tropa del Virrey es fácilmente derrotada.
Los insurrectos exaltados ante la victoria, empiezan a exclamar: " a Santa Fe… a Santa Fe" y espontáneamente iniciaron su travesía hacia la capital.
Enterados de que el grupo de Puente Real se dirigía a Santafé, los hombres que acompañaban a Berveo le exigen también marchar sobre la capital; el capitán sin más alternativas, imparte entonces las órdenes para iniciar el camino hacia Santafé.
Mientras se dirigía a la capital, el comandante comunero envió un mensaje a los capitanes de los pueblos donde les manifestaba: "Yo salgo para la Corte el lunes, que se cuentan catorce del corriente (mayo 1781) a de una vez salir de dudas".
Enterados de que el grupo de Puente Real se dirigía a Santafé, los hombres que acompañaban a Berveo le exigen también marchar sobre la capital; el capitán sin más alternativas, imparte entonces las órdenes para iniciar el camino hacia Santafé.
Mientras se dirigía a la capital, el comandante comunero envió un mensaje a los capitanes de los pueblos donde les manifestaba: "Yo salgo para la Corte el lunes, que se cuentan catorce del corriente (mayo 1781) a de una vez salir de dudas".
Es de anotar, que Berbeo dispone estrategias para la marcha de los comuneros hacia la capital; por ejemplo: Escoge el pueblo de Nemocón como punto de encuentro; divide en dos grupos la fuerza comunera y diseña dos rutas distintas para la llegada al sitio de reunión.
El comandante Berbeo y "algunos de sus capitanes con sus gentes", toman el camino que los conduciría por los pueblos de Moniquirá, Leiva, Guacheta, Lenguazaque y Nemocón; Mientras que los capitanes del segundo grupo, entre los que se encontraba el cabo Galán, toman la ruta por Simijaca, Susa, Ubaté, Tausa y Nemocón.
El comandante Berbeo y "algunos de sus capitanes con sus gentes", toman el camino que los conduciría por los pueblos de Moniquirá, Leiva, Guacheta, Lenguazaque y Nemocón; Mientras que los capitanes del segundo grupo, entre los que se encontraba el cabo Galán, toman la ruta por Simijaca, Susa, Ubaté, Tausa y Nemocón.
En la capital los días avanzaban y los motivos de preocupación aumentaban; en una mañana de abril, en algunos puntos de la ciudad, aparecieron fijados unos pasquines protestando en contra del visitador Gutiérrez de Piñeres y reprobando las disposiciones del entonces fiscal Moreno y Escandón.
El Fiscal Moreno precisamente en aquellos días, se ocupaba de liberar tierras de los indígenas para sacarlas a remate, y con tal fin había ordenado la extinción de varios pueblos de indios y esto significaba expropiación de las tierras de los resguardos, medidas que por igual afectaban a mestizos y españoles pobres, que allí vivían como arrendatarios.
Ahora, la exención en el pago de impuestos sobre el Hilo y el Algodón promulgada por Piñeres, Los investigadores dicen que los comuneros no conocieron tales disposiciones; otros, afirman que si las conocieron y no les produjo ningún beneplácito, pues sus reclamos tenían más proposiciones y que además, cuando las conocieron ya se encontraban camino a Santafé.
Mapa del Virreynato de Santafé archivos virtuales Blaa |
La noticia de que las multitudes del Socorro se tomarían Santa Fe, sumió en pánico a la capital y tanto españoles "chapetones" como la élite criolla, temiendo por sus bienes y su vida, tomaron medidas para resguardarse, entre ellas, la de presentarse ante el tribunal para ofrecer su respaldo y toda la colaboración necesaria para la solución del conflicto.
Entre tanto, la apoteósica marcha de los comuneros continuaba sin tropiezos su avance hacia Santa Fé; El recorrido de estos hombres y mujeres nos lo refiere Liévano Aguirre, que también nos explica la diferencia en número de los hombres que salieron del Socorro y los que llegaron a Zipaquirá:
[...] comenzó entonces uno de los más espléndidos espectáculos de nuestra historia. De las villas, las aldeas y las campiñas brotaron millares de personas, armadas de palos, viejos fusiles o instrumentos de labranza, que a lo largo de caminos y veredas se encaminaron a los acantonamientos principales de la masa comunera...la rebeldía de los oprimidos tomaba forma de protesta contra la miseria y de anhelo profundo por cambiar las antiguas estructuras sociales [...]
Ruta Comunera Conmemoración en Zipaquira Bicentenario |
Allí, es donde surge el inmortal caudillo comunero José Antonio Galán Zorro, que comandando un grupo se presenta ante Berveo y El comandante le ordena acampar esa noche con los demás hombres. Al día siguiente, Berveo requiere su presencia, le otorga el nombramiento de capitán, le asigna hombres ( ciento cincuenta) y le imparte instrucciones para que se dirija a Honda tomando el camino por las villas cercanas. (es de anotar que en los folios del juicio, no se halló ningún documento sobre las verdaderas órdenes impartidas por Berbeo a Galán, por tanto estas, dicen los investigadores, fueron de carácter confidencial y estrictamente verbales)
En su recorrido a Honda, Galán incursiona en algunas haciendas de Facatativá, La Vega y Guaduas, y en cada lugar convoca a los comunes y nombra capitanes para que se unan a los reclamos por sus derechos.
Sobre las instrucciones al líder comunero, los historiadores citan dos versiones: que la comisión de Galán era capturar al Visitador Gutiérrez de Piñeres, quien a raíz de los acontecimientos, el día 13 de Mayo, había abandonado la ciudad de Santafé con rumbo a la villa de Honda; donde provisionalmente se instalaría a la espera y desenlace de los acontecimientos. Gutiérrez de Piñeres envía desde Honda una comunicación a Santafé:
[...] Honda 17 de mayo 1781. La mañana del día 13, salí a la ligera de Santafé, dejando los papeles respectivos a mi visita y comisiones en lugar reservado y seguro, y me dirigí a esta villa, a donde llegue la noche del día 16, con ánimo de mantenerme en ella hasta ver el semblante que tomen las cosas, que por ahora no puede ser más funesto [...]
Las autoridades al recibir el informe de que Galán se dirige a Honda, envía un destacamento para interceptarlo, se produce el enfrentamiento y Galán y sus hombres obtienen la victoria. El parte de los uniformados cita: "les salieron todos los indios, indias, mestizos, mulatos y hasta los muchachos, armados de piedras, palos y cuantos instrumentos toparon y estrechándolos entre dos vallas los obligaron a una sangrienta defensa".
El líder comunero prosigue su marcha hacia Villeta, convocando en cada sitio a los indígenas y demás pobladores para que motivados se dispusieran a recuperar el dominio de sus recién extinguidos pueblos y resguardos.
La otra versión que mencionan los historiadores, sugiere: que las frecuentes reuniones de Galán con los pobladores retardaba su llegada a Honda, y que por tanto sus instrucciones, eran las de exhortar a los indígenas, esclavos y pobladores, para provocar el levantamiento en estas zonas y no, las de alcanzar la caravana del visitador Piñeres.
En la provincia de Mariquita, citan sus biógrafos, Galán se trasladó hasta el sitio de las minas donde promulgó ante los exclavos varias consignas, entre éllas : "Se acabó la esclavitud". La población minera sorprendida e impactada por el valor de estos aguerridos comuneros, paralizó el trabajo y llena de ímpetu se sublevó.
El informe del gobernador de Mariquita expone: ¡Han enarbolado bandera! Vuestras reales armas, a machetazos, hechas astillas! Las reales administraciones robadas, yo perseguido, mi hacienda robada, la cuadrilla de negros sublevada, mi familia dispersa... ».
VER PARTE Ihttp://ruborpuebloscundinamarca.blogspot.com/2012/03/la-revolucion-de-los-comuneros.html
VER PARTE III
http://ruborpuebloscundinamarca.blogspot.com/2012/03/los-comuneros-iii.html
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